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La desidia aumenta, los trabajadores de la educación pagamos

Pasadas las 8 de la mañana de este jueves en la Escuela Nº 49 “Nicolás Avellaneda” de Moreno, provincia de Buenos Aires, explotó una garrafa y generó la muerte instantánea de Sandra Calamaro de 48 años y Rubén Rodríguez de 45, vicedirectora y portero del establecimiento. “2 años se estuvo reclamando por la pérdida de gas y hoy tuvimos que perderlos así” manifiestan en redes allegados de la institución.

 

En la mañana de hoy luego de que explotara una garrafa en la Escuela Nº 49 “Nicolás Avellaneda” de Moreno, se generó el derrumbe de la sala de reuniones donde estaban Sandra Calamaro de 48 años y Rubén Rodríguez de 45 quienes de manera instantánea encontraron la muerte.

 

Tal como señalamos incansablemente en todo el país y en Entre Ríos en particular, las pésimas condiciones de infraestructura de nuestras escuelas se profundizan día a día, poniendo de manifiesto situaciones que nos dejan al límite de la muerte, o nos llevan a ella, como ha sido el caso hoy de Sandra y Rubén, la vicedirectora y el portero de la Escuela de Moreno.

 

Tal como lo plasmábamos en las fotos que compartíamos meses atrás ilustrando con ellas la realidad de una escuela de Basavilbasso, la solidaridad es el plato principal en nuestras escuelas, donde los reclamos por partidas para limpieza, comedores e infraestructura siempre llegan detrás de las necesidades reales, que terminamos atendiendo los docentes.

 

Hoy nos toca acompañar en este doloroso momento a los familiares de Sandra y Rubén como a la comunidad educativa de la Escuela Nº 49 “Nicolás Avellaneda”. Hoy nos toca una vez más exigir JUSTICIA por estas muertes absolutamente evitables, si se hubiera hecho el mínimo caso a los innumerables reclamos realizados por la misma Sandra al Consejo Escolar de Moreno por los problemas con escapes de gas.

 

Víctima del desfinanciamiento, la desidia y el abandono hoy la escuela pública está de luto. No cesarán nuestros pedidos de JUSTICIA, porque si algo sabemos los docentes es ponerle el cuerpo a la Escuela Pública. Aunque la mayoría de las veces el precio a pagar por ello sea este: inhumano, excesivo, abusivo, injusto y tremendamente doloroso.

 

#LaLuchaEnLaCalle #Agmer #EscuelaPúblicaDeLuto

 

 

 

 

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