Desde el 18 hasta el 23 de mayo de 1988, en medio de un conflicto nacional que se había extendido durante semanas, los docentes de todo el país marchamos hasta encontrarnos en Capital Federal  para defender nuestros derechos como trabajadores de la educación en una muestra contundente de fuerza y unidad. Tras un plan de lucha nacional que había resuelto un paro por tiempo indeterminado ante la situación que padecíamos los trabajadores, y luego de una conciliación que no dio respuestas,  los docentes profundizamos el escenario construyendo esta movilización federal y multitudinaria.

Igual remuneración a igual trabajo, nacionalización de la lucha, mayor presupuesto para educación y la no fragmentación del sistema educativo argentino fueron las reivindicaciones priorizadas por la convocatoria en aquel contexto nacional.

Una expresión de unidad contundente que convocó no solo a docentes en un acto que concretó avances inmediatos, constituye una marca imborrable de la fuerza docente en la historia de los trabajadores argentinos. 

César Pibernus - Secretario de Organización de AGMER Central 

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