Lucía Barrera fue asesinada en Paraná la semana pasada. Consternación y dolor recorren al Colectivo LGBTIQ y a toda la sociedad. Semanas atrás rememorábamos el 50 aniversario del día del Orgullo narrando el duro camino recorrido y destacando que el presente, más allá de las conquistas que celebramos, no es un lecho de rosas. Y estos hechos nos ponen de cara a esa realidad. Nos falta Lucía, y el reclamo de justicia se basa en el cartel que compartimos como imagen: no costumbre. No nos vamos a acostumbrar a la muerte de nuestras compañeras. Marcharemos pidiendo justicia hasta que esa palabra sea una realidad.

Cuando como docentes reclamamos por la efectivización de la Educación Sexual Integral estamos dando nuestra batalla por una sociedad que crezca libre de odio, libre de transfemicidios. Si educamos a una sociedad que respete las diferencias, que respete la autopercepción de género, que respete, así, sin más… estaremos educando para que no haya más víctimas como Lucía.

Con las consignas “Basta de travesticidios”; “Paren de matarnos a las travestis y a los compañeros del colectivo LGBTIQ”; y pidiendo que se esclarezca el caso dando con el o los culpables, mañana miércoles se marchará hacia Tribunales exigiendo justicia.

Lucía Barrera tenía 37 años. Era poeta, colaboraba en el comedor popular de Bajada Grande, era militante, apoyó los proyectos de cupo laboral trans elaborados en Paraná, formó parte de una comparsa… Lucía era vida y por esa vida marchamos. Justicia.

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