Lucas Cid: “Cuidar el ambiente es cuidarnos a nosotros mismos”

Lucas fue el primer orador en la charla inicial de la novena Jornada por la Libertad de los ríos. Encargado del área comunicación y educación del Parque Escolar Enrique Berduc, Cid compartió durante su exposición un poco de historia de la institución, sus modos de funcionamiento y trabajo y los proyectos a futuro que encaran para mejorar las visitas de las y los gurises entrerrianos que, en épocas normales, asisten al lugar.

 

Sol Gatti, del grupo “Por la libertad de los ríos” ofició de presentadora del primer disertante: Lucas Cid, jefe del área de educación y comunicación del Parque escolar Enrique Berduc, reserva natural que este año cumplió 96 años de existencia, ubicada a 23 kilómetros de la ciudad de Paraná. Espacio de recreación y aprendizaje, es también un reservorio de especies nativas. Lucas es el nexo con las instituciones educativas que asisten.

 

“La institución, como dijo Sol, tiene casi cien años de vida. Actualmente es un área natural protegida. Se trata de un complejo de 600 hectáreas, un área de usos múltiples abierta a la comunidad. Esto quiere decir que, aparte de la conservación estricta de especies que habitan allí, es un área abierta a la comunidad. La totalidad del espacio incluye la Escuela Almafuerte, una de las primeras escuelas en transición a la agroecología (tiene un modelo mixto, es decir, está en camino entre los medios tradicionales intensivos y la apuesta a una nueva mirada en cuanto a su modelo de producción); la escuela de formación laboral “Zulema Embon”, que funciona en lo que una vez fue el casco de estancia de la casa del gobernador Enrique Berduc; sobre la Ruta 12 está la escuela NINA “Dominguito”; y la cuarta institución es el Parque San Martín. El área protegida es todo el parque Berduc, con las tres escuelas incluidas”, narró Cid, dando una primera aproximación a las y los escuchas.  

 

“Las 600 hectáreas fueron de Enrique Berduc. Él antes de morir hizo un testamento y donó sus propiedades a la provincia. Al CGE le dejó este Parque. Tiene 96 años de existencia de hecho porque la provincia demoró en aceptar la donación, pero una vez aceptada y hechos todos los trámites, este Parque se convirtió en la primera área natural protegida de la provincia y una de las primeras 20 del país”.

 

“Hay muchas cosas positivas que decir de Enrique Berduc, pero la que más destaco es ésta que señalé anteriormente, ya que nos obliga a realizar, como lo hizo Berduc, una mirada a largo plazo. Él escribió su testamento en una época en la que hablar de educación ambiental no era lo que estaba en boga: primaba un modelo desarrollista. Eso nos lleva a pensar cuál es la mirada a largo plazo que nos damos ahora, cómo pensamos más allá de la coyuntura en materia de cuidado del ambiente. Esto es algo que desde el parque siempre transmitimos, para que todos y todas lo puedan pensar y ver qué aporte hace cada uno en eso”.

 

“El parque como área protegida es una dependencia del Consejo General de Educación. Aparte de las tres escuelas, el parque San Martín se aboca al ecoturismo y a la recreación sustentable y sostenible: está declarado Bosque protector permanente. Desde el área de educación trabajamos con la visita de escuelas, pero también, cuando las instituciones no pueden acercarse, somos nosotros los que vamos a las clases o charlas que nos invitan. Entendemos la educación ambiental como algo transversal que se puede abordar conjuntamente desde los distintos aspectos de las currículas educativas. Por ejemplo, hoy, estamos abocándonos a un proyecto de Ley para que las escuelas tengan su producción de árboles, realizando un abordaje de esa acción no sólo desde la biología, sino de todas las áreas que, a nuestro entender, pueden estar vinculadas y atravesadas por este hecho”.

 

Lucas señala al parque como un puente “entre mirar la naturaleza e interpretarla”. Él señala que desde el parque escolar apuestan a dejar de ver el monte como una masa verde que se mira,  y lo que proponen es abordarlo como “un conjunto vivo del que, como especie, somos parte”. Así, Cid señalará que “el ambiente no sólo es lo que nos rodea y debemos cuidar; al ser nosotros parte, cuidarlo es cuidarnos. La interpretación ambiental es procurar ser un puente entre la información científica y la experiencia de primera mano (observar un ave, ver un árbol nativo, reconocer la estructura del bosque, conocer sus beneficios), siempre vemos esto como una tríada: conocer y valorar para conservar y conservar para seguir conociendo”.

 

“La visita al Parque la trabajamos a partir de la experiencia y metodología “ecología en el patio de la escuela”, es decir, a partir de la indagación. Una pregunta que despierte la inquietud, el cuestionamiento. En tal sentido tenemos tres senderos interpretativos para describir tres aspectos distintos del bosque. Un sendero es invadido por especies exóticas (acacia negra y ligustro) que bordea el humedal. Otro sendero es autoguiado y tiene cartelería con preguntas disparadoras que permiten arribar a conclusiones. Ese sendero bordea el arroyo, tiene manchones de bosque nativo y de árboles exóticos. Y un tercero, en el que en su mayoría predomina el bosque nativo, que está hacia adentro, bordeado por el arroyo Las Conchas, que es una cuenca hídrica importante que colecta aguas de arroyos menores y termina en el Río Paraná”.

 

“Si bien Enrique Berduc donó el parque para las escuelas, antes de que formalmente se lo declarara área protegida, las tierras se arrendaron. Eso trajo consecuencias negativas que hasta hoy padecemos, pero debemos decir que desde que se lo protegió, trabajamos incansablemente tanto a lo largo del ciclo escolar con las visitas, como todo el año, en la protección de las especies que lo habitan”, señaló con orgullo Cid dando cierre a su exposición.

 

La modalidad virtual no impidió el intercambio, por lo que, habiendo concluido su exposición, Lucas Cid dedicó un rato más para ampliar y responder consultas que las y los participantes fueron dejando en la plataforma desde donde se realizó el encuentro.

 

¿A qué se refiere con las especies exóticas presentes en el monte nativo? Consultó una docente. “Especies exóticas son especies traídas por la actividad humana, no son pertenecientes a esta zona; la acacia negra es una de ellas”, comenzó aclarando Cid. “Cuando se construyeron los ferrocarriles en el siglo XIX, las empresas inglesas que hicieron el tendido de los rieles se encontraron que los terraplenes se desmoronaban. Un ingeniero dijo entonces ‘necesitamos árboles para que las raíces contengan los terraplenes’, así buscaron una especie de crecimiento rápido y raíces que no levantaran las vías y trajeron la acacia negra, del sur de Canadá y el norte de Estados Unidos, habituada a inviernos muy crudos y temperaturas de menos de veinte grados bajo cero. Acostumbrada a ese contexto, a estas especies nuestro invierno no las pone en letargo: crecen en promedio de un metro anual.  En 23 años crecen esa cantidad de metros, cuando a un algarrobo crecer 14 metros le toma alrededor de 70, 80 y hasta 90 años. Entonces, estos árboles de rápido crecimiento alcanzaron alturas que superaron el techo del monte nativo, haciendo además una gran utilización de los nutrientes, dejando sin ellos al resto de los árboles. Donde crecen árboles exóticos es muy difícil que crezca otra cosa”, explicó el docente.  

 

“Estas especies exóticas existen de dos tipos: las no invasivos, como un roble; y las invasivos como los ligustros, las acacias negras, el paraíso, las moras, etc. Son invasivas porque desplazan al monte nativo: dejan sin nutrientes abajo y les tapan el sol arriba: asfixian a los otros árboles, impidiéndoles sobrevivir”.

 

En el mismo sentido, otro docente consultó: ¿De qué modo el período de arrendamiento permitió la proliferación de la acacia negra?, ¿hubo tareas de control desde el parque?

Cid especificó que cuando se arrendó el Parque para que pastorearan vacas antes de que éste fuera área natural protegida, estos animales se comían las chauchas con las semillas de las acacias. “Son muy ricas en proteínas para esos animales”, aclaró, agregando que “cuando ellas las defecaban, las ‘largaban’ germinadas, y como tienen una tasa de crecimiento tan alta y un entorno tan favorable, echaban raíces en seguida y empezaban a crecer”, señaló Cid dando respuesta a la primera parte de la consulta. Luego hizo mención a algo que le suelen plantear con frecuencia: “¿Por qué no entran con una topadora, sacan las acacias y ya?, me dicen. Al ser un área protegida no podemos usar nada para matar esas especies, entonces lo que hacemos es realizarles un anillo en la corteza para que no tengan flujo de savia, digamos, y así se seca y se utiliza para madera, en muebles, carpintería, etc. Hay una división de trabajo de control de especies exóticas que se hace de lunes a viernes en el Parque, por medio de ese trabajo se ha hecho un recuperado en sectores muy amplios del monte”.

 

“Lo de la topadora significaría una degradación de la tierra, perdería los nutrientes que permiten la renovación del bosque. Además, más allá de que estos son ‘manchones’ especies que no son nativas, igualmente en ellos habita flora y fauna, que son objeto de conservación del parque. Hay aves, hay mamíferos, reptiles habitando en esta zona. Una acción drástica no sería buena para esas especies”, aclaró.

 

Para dar lugar a las últimas consultas, le pidieron a Lucas Cid que explicara respecto a un concepto utilizado durante la charla: paleocauce. “Lo voy a responder un poco como cuento”, señaló, narrando que “hace millones de años toda la zona de Entre Ríos era un mar; cuando eso se fue retirando por el movimiento de las placas y demás, fueron quedando cursos de agua. Lo que queda hoy es el arroyo “Bañado de yacaré”. El actual cauce del arroyo “Las Conchas” es como una herradura invertida, lo que está encerrado en esa U es el Parque. Más arriba, hay una especie de hilo de agua que no está unido al arroyo, eso es el “Bañado del Yacaré”. Antiguamente ese era el cauce natural del “Arroyo las Conchas”. Se le llama paleocauce porque es como un cauce prehistórico: se encontraron allí piezas arqueológicas de animales prehistóricos que están en el Museo Serrano y otras que estarán en el museo que estamos armando. Una cosa que estamos estudiando es que esa U, del presente a miles de años, tiene una tendencia a unirse, por lo que quedaría todo como una isla” narró. 

 

Finalmente Lucas Cid recordó a todos y todas que las visitas al parque hoy están suspendidas, pero que se está trabajando en un protocolo para poder volver a abrir, aunque sea reducido, en los meses por venir. Y que las vías de contacto están al alcance de todos y todas en redes sociales: Instagram y Facebook. “En esta última están nuestros teléfonos de contactos, para turnos o visitas guiadas”, añadió.

 

» VOLVER a la nota principal con las y los demás expositores.

 

#LaLuchaEnLaCalle #Agmer #RiosLibres #JornadaPorLaLibertadDeLosRíos #AmbienteSustentable #MediosComunes #ecología #EntreRíos

 

 

Contacto

Debe ingresar todos los campos obligatorios!