Esta Ley es una de las más avanzadas del mundo en cuanto a libertades y derechos para el colectivo LGTBIQ (Lesbianas, Gays, Trans, Bisexuales, Intersex y Queers).

Sancionada el 9 de mayo de 2012,  esta es la primera Ley de Identidad de Género del mundo que no patologiza la condición trans. La norma contempla que las personas trans (transexuales, transgéneros) sean inscritas en sus documentos personales con el nombre y el género de elección; además, ordena que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio, lo que garantiza una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado.

Esto por sólo nombrar algunos de los puntos más destacados de esta norma, que marca un antes y un después en materia de derechos y del respeto a la identidad autopercibida.

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