Es fundamental estar en la calle cada 24 de marzo, todos juntos –aunque sea en distintas convocatorias– para exigir con contundencia la aparición con vida de los 30000 desaparecidos como la prisión efectiva de todos los responsables de esas políticas de terror y enfrentar el legado de la Dictadura que aún hoy padecemos.

 

Sin dudas, fue la noche más oscura de nuestra historia, también debemos tener en claro que muchas de esas pesadillas siguen activas.

 

Más de 600 trabajadores de la educación fueron desaparecidos, los sindicatos fueron atacados de mil formas y también quienes ejercían roles de representación en ellos. La docencia organizada fue blanco de las primeras acciones de terror: el golpe nos asumió como enemigos desde la hora cero y sus herederos nos siguen considerando así.

 

La dictadura suspendió de entrada el derecho a huelga, decretó la prescindibilidad de los empleados públicos, modificó la Ley de Contrato de Trabajo, suspendió total o parcialmente los Estatutos del Docente nacional y provinciales y emprendió una cacería de militantes docentes. Isauro y Arturo Arancibia fueron asesinados en las primeras horas tras el golpe, ambos recibieron 200 balazos en total. Marina Vilte fue desaparecida por primera vez esa misma madrugada, luego liberada y secuestrada nuevamente el 31 de diciembre de ese año. Seguimos exigiendo respuestas sobre su paradero.

 

Ante las voces cómplices que minimizan la naturaleza del golpe, que tratan de relativizar el carácter brutal del terrorismo de Estado y crear, así, las condiciones para que ese nefasto legado siga activo, los docentes seguimos exigiendo con firmeza “Memoria, Verdad y Justicia” ante los crímenes del terrorismo de Estado y señalamos a todos los responsables, sean militares o civiles.

 

El 24 de marzo motiva múltiples convocatorias, algunas superpuestas, otras, sucesivas. Todas asumen formas diversas de expresión, de conmemoración y reclamo contra la Dictadura y su mandato de terror.

 

Como dijo Nora Cortiñas el lunes pasado en Gualeguaychú “Este 24 de marzo tenemos mucho para hacer. Y en ese sentido yo digo que desoigamos las voces que solo señalan que hay dos, tres marchas… no importa. Si hay tres, cuatro convocatorias, no es lo importante. Lo que nos debe movilizar es salir a la calle”.

 

Es así, debemos estar este 24 de marzo en la calle. Por Memoria, Verdad y Justicia. Porque nuestra historia y nuestro futuro siguen en juego.

 

#LaLuchaEnLaCalle #Agmer #MemoriaVerdadJusticia

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