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Con tus banderas en alto, Queca, las y los seguiremos buscando
En la mañana de ayer, lunes 03 de agosto, falleció Celina Zeigner de Kofman, “Queca”. Madre de Plaza de Mayo e incansable luchadora por los Derechos Humanos, jamás bajó los brazos en la búsqueda de Jorge, su hijo, un estudiante y obrero de 23 años que fue secuestrado por militares en Tucumán a principios de junio de 1975. Nuestras Madres y Abuelas no son eternas, lo sabemos, pero el camino que han trazado afianza sus banderas en nuestras manos: te despedimos con gran pena, Queca, pero con pasos firmes en la senda de Memoria, Verdad y Justicia las y los seguiremos buscando.
Celina “Queca” Zeigner de Kofman era entrerriana -nació en Villa Domínguez en 1924-, estudió magisterio en la Escuela Normal de Concepción del Uruguay y llegó a ser directora de escuela primaria. En 1975 vivía en Concordia cuando Jorge, uno de sus cuatro hijos, fue detenido por un control militar de rutas. Tenía 23 años, era padre de un hijo y tenía otro en camino. Aún continúa desaparecido.
Queca se movió de inmediato para encontrar a Jorge, viajó en seguida a Tucumán donde residía y militaba su hijo, presentó un Hábeas Corpus y golpeó todas las puertas que podía golpear. Su lucha la hizo participar en primera instancia en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y luego en la formación de Madres de Plaza de Mayo. Estuvo a cargo durante años de las filiales Concordia y Santa Fe (donde se mudó en 1988) de Madres, recorrió el país llevando su testimonio de lucha y en 2014 testificó en el juicio que condenaría a los responsables de los crímenes cometidos en el Penal tucumano de Villa Urquiza, donde fue llevado Jorge tras la desaparición.
En 2017, la editorial Último Recurso y ATE Santa Fe publicaron “Historias y Recuerdos de una madre de Plaza de Mayo”, un libro en el que Queca nos cuenta sobre su vida y su lucha, pero sobre todo nos advierte acerca de los enormes desafíos que debemos enfrentar colectivamente.
Como dijo Gisela Romero, periodista e integrante de Hijos Paraná, “(…) encontró la muerte en su casa sin saber qué fue del destino de los restos de Jorge. Pero en ese camino de Memoria, Verdad y Justicia al menos se fue viendo a los perpetradores del asesinato de su hijo con prisión perpetua y a otros con penas menores pero juzgados y sentenciados”. Seguiremos exigiendo Memoria, Verdad y Justicia por Jorge y por todos los desaparecidos, como la seño y Madre Queca nos enseñó a lo largo de sus 96 años entre nosotros.
¡¡¡Queca y Jorge, Presentes!!! ¡Ahora y Siempre!
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