“Hola, me llamo Sofiann. Tengo 5 años, vivo en Monterrey, Nuevo León, México y quiero ser tu amiga”. Así responde los mensajes en su cuenta de Facebook “Sofiann la chihuahua brava”. En tiempos de pandemia por Coronavirus, esta chihuahua (quienes realizan la cuenta) nos enseña, entre otras cosas, cómo usar correctamente el tapabocas o los niveles de efectividad de este, según su correcto o incorrecto uso. Es de México la cuenta, pero en poco tiempo sus fotos instructivas saltaron las fronteras llegando a nuestras pantallas.

 

En el día del animal, Sofiann nos instruye claramente y le pone el toque de dulzura, complicidad y gracia que hace que empaticemos.

 

Desde La Lucha en la Calle el año pasado comenzamos a compartir fotos de perros y gatos que nos acompañan a diario en nuestras escuelas. Perros y perras que acompañan a alumnos y alumnas, gatitos y gatitas que se ganan en las cajas de las salas de profes… mascotas que entre todos alimentamos y queremos, y que les dan calor de hogar a nuestras escuelas.

 

Hoy, la pandemia nos tiene desarrollando clases desde casa, con nuestros hijos e hijas cursando también… con el cansancio y un poco de hastío atosigándonos. Y ahí están ellos, otra vez, aportando calidez. Ellos y ellas que se nos acercan, nos apoyan la pata, y aflojamos todas las tensiones en sus miradas. No podemos menos que, desde el humor de esta cuenta, desearles feliz día. Con ellos también, somos la escuela pública que enseña, resiste y sueña.  

 

La fecha, su historia y el presente

   El abogado Ignacio Albarracín fue presidente de la Sociedad Argentina Protectora de los Animales (SAPA) desde 1885. Desde allí fue un precursor en la lucha contra las riñas de gallos, la doma de potros, corridas de toros y tiro a la paloma. Fue también el impulsor de la Ley Nacional Nº 2.786 de Protección de Animales que se promulgó en 1891.

 

   Se suele asociar la conmemoración de este día con su muerte, ocurrida el 29 de abril de 1926, sin embargo es el 29 de abril de 1908 que Albarracín y el director del Jardín Zoológico, Clemente Onelli, pautaron para celebrar y concientizar sobre la protección de los animales. Que Albarracín falleciera ese mismo día años después, fue una mera casualidad.

 

   Su intención era festejarlo con los estudiantes para lograr que tomaran conciencia del daño que podía causar en las especies la desidia humana. Por eso, se reunió con Onelli y juntos decidieron el  gran festejo, que se realizaría el miércoles 29 de abril de 1908 y al que asistieron, según la crónica de época del diario La Argentina, “13 mil niños y 8 mil adultos”.

 

   Sara Albarracín, nieta de Ignacio, destaca que lo que más quería su abuelo “…era educación. ‘Educar a las bases’, decía, y hablaba tanto de la educación en las escuelas como para el pueblo en general, para los mismos funcionarios, para todos. Si hay educación, hay sentimientos, hay respeto. Lo que él pedía eran charlas en los colegios para enseñar a los niños, para educar a la sociedad. En su época, la SAPA, por ejemplo, premiaba a los alumnos que hubieran salvado algún animal o que hubieran hecho el acto heroico como rescatar a un animal. Papá me contaba que los chicos mostraban orgullosos sus diplomas de la SAPA por su buena acción. El problema hoy es la falta de educación para entender que los animales son seres vivos”. 

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