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Estas son las inaceptables condiciones en las que enseñamos en Entre Ríos

El jueves pasado, docentes del norte entrerriano nos enviaron imágenes desde la ruta, mientras se trasladaban a trabajar a dedo, en plena pandemia, un día de lluvia. Una escena inaceptable que se repite todos los días y que se da en toda la provincia, es otra muestra de la enorme deuda que el Estado tiene con la Educación entrerriana.

 

Daiana Ocampo, Fabiana Godoy, Romina García, Laura Ortiz, Mirian Espinoza y Olga Álvez viajan a dedo hacia localidades como San Ramón, Chajarí y Federación. Lo hacen a dedo todos los días, a pesar de sus años de estudio para docente y de la carrera que transitan, a la que ingresaron por concurso. Se trasladan a sus escuelas a dedo, a pesar de ganar dignamente su sueldo, que debería ser igual de digno que ellas.

 

En esto, no hay excusas. No es una escena para naturalizar, ni para justificar bajo ningún concepto. Menos aún hay lugar para el oportunismo electoralista, de ningún partido. Es una de las tantas situaciones que demanda respuestas inmediatas, sobre todo presupuestarias.

 

No es una escena del siglo XIX, es siglo XXI en Entre Ríos, durante -además- una pandemia excepcionalmente letal y dañina. La pandemia sacó, sin dudas, lo mejor de muchas y muchos entrerrianos, pero en términos de nuestra Escuela Pública, el Covid profundizó las desigualdades que ya padecíamos antes de la cuarentena.

 

Vemos en Daiana Fabiana, Romina, Laura, Mirian y Olga a todas y todos los docentes entrerrianos que hacen dedo, que han bancado con su sueldo y su salud el funcionamiento del sistema educativo durante la pandemia, a las comunidades educativas que ven forzada la presencialidad, a las y los trabajadores de salud que sostienen las consecuencias de estas situaciones.

 

#LaLuchaEnLaCalle #Agmer #EntreRíos 

 

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