Desde las 10 de la mañana de este viernes 01 de septiembre se llevó a cabo en el Tribunal Oral Federal de la ciudad de Paraná la audiencia por medio de la cual la justicia iba a revisar las penas impuestas en 2018 a los socios del Instituto Privado de Pediatría (IPP), Miguel Torrealday y Jorge Rossi, condenados por la sustracción y sustitución de identidad de los hijos mellizos de los Raquel Negro y Tulio Valenzuela, detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.

   La Cámara Federal de Casación Penal ya había confirmado las condenas impuestas a los médicos por su participación en el robo de los bebés, nacidos en marzo de 1978 en el Hospital Militar de Paraná y atendidos luego durante casi un mes en el Instituto de Pediatría de la misma ciudad. Al igual que el Tribunal, los jueces de Casación consideraron que está probado que Torrealday y Rossi tuvieron un rol esencial en estos delitos de lesa humanidad, al recibir a los mellizos, mantenerlos internados y luego darles el alta, entregándolos a personas que nada tenían que ver con la familia de origen. La melliza mujer, Sabrina Gullino Valenzuela Negro, restituyó su identidad en 2008. El Melli, en tanto, continúa desaparecido y los seguimos buscando.

   Finalmente, y ya en horas de la tarde, el Tribunal ratificó las penas de 9 y 6 años de prisión para los médicos. Las mismas son de cumplimiento efectivo, domiciliarias por la edad de los acusados, con control de tobillera electrónica. Ambos se negaron a aportar información sobre el destino del Melli.  

“Necesito que hablen”

   Luego de que la jueza Noemí Berros tomara declaración a los médicos, pasó al estrado Sabrina, quien narró con énfasis, y por momentos con honda emoción, nuevamente los pasos que han seguido estas instancias, las y los numerosos testigos que aportaron para brindar claridad en la misma, los incontables viajes realizados para recabar más y más pruebas, valorando a su vez la instancia de estos juicios para estar cada vez más cerca de la verdad; pero apuntando también su enojo con una justicia que sigue sin darle respuestas frente “a un crimen que, año tras año, día tras día, se vuelve a cometer al no encontrar respuesta, al no oír de boca de estas personas dónde está el Melli, a quién se lo dieron, qué hicieron con él”.

   “¿Cuántos declararon?, ¿cuántas acciones hicimos?, ¿cuánto Teatro por la Identidad, y Música por la Identidad?, ¿cuántas estrategias para llegar a la prensa?, ¿cuántos viajes, pruebas, entrevistas y reuniones y audiencias… cuántas? ¿Cuándo van a hablar?” Increpó Sabrina mirando a la cara a los médicos, quienes, por momentos, hasta osaron sonreír escuchándola.

   Cada minuto que los dueños del Instituto Privado de Pediatría eligen seguir callando, es un minuto más que este adulto de hoy 45 años vive sin conocer la verdad sobre su origen, un minuto más que su familia padece la desaparición de un familiar vivo.

La audiencia

   Durante el desarrollo de la misma, que continuó luego de un breve corte tras las palabras de Sabrina, se discutió sobre el monto de las penas impuestas en 2018 a los condenados. La audiencia fue ordenada por la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, quien rechazó los recursos de las defensas en contra de las condenas y ratificó que los pediatras tuvieron un rol importante en la sustracción de los hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela.  No obstante, la Cámara anuló la parte de la sentencia que refiere a las penas impuestas y decidió enviar nuevamente la causa a Paraná para que el Tribunal Oral Federal, con una integración diferente a la que llevó adelante el juicio, dicte un nuevo pronunciamiento sobre ese punto. Las penas fueron de nueve años de prisión para Torrealday y seis años para Rossi. En horas de la tarde, finalmente, la jueza Berros ratificó las condenas a los médicos. Ambos fueron detenidos y obligados de aquí en más a cumplirlas de manera efectiva.  

   Compañeras y compañeros de AGMER se hicieron presentes en la audiencia, acompañando a Sabrina y al reclamo de HIJOS y Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para que, de una vez por todas, la justicia sea completa y podamos todos y todas saber dónde está el Melli y las y los Nietos que aún nos faltan encontrar. Ninguno de los acusados brindó ni una sola pista acerca de ello. Sostienen su silencio cómplice y macabro, como hace tantos años. 

   Como señaló Sabrina en su declaración “este exterminio no puede ni debe pasar nunca más”, y por eso, y por Memoria, Verdad y Justicia, seguiremos luchando.

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