Fabián luchó durante años por su estado de salud y contra los perjuicios del uso de agrotóxicos en nuestra región. Tras años realizando diversas tareas rurales, a partir de 2005 trabajó preparando los químicos para las fumigaciones aéreas. Estos venenos atacaron su salud grave e inmediatamente. 

Fue diagnosticado con polineuropatía tóxica severa. Dio testimonio de los terribles males que las fumigaciones producen en nuestra salud y en nuestro ambiente… en nuestra vida. Fue un ejemplo de fortaleza y valentía ante el cerco mediático y el peso de los monopolios vinculados a los agrotóxicos.

 “Yo no quiero ahogar mis palabras”, dijo en una oportunidad, “quiero gritar.” Y así lo hizo de forma incansable hasta que la intoxicación hoy se lo llevó.

Las fumigaciones envenan y matan. Lamentablemente, hoy se llevaron a un entrerriano más. Se llevaron a Fabián.

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Crédito de la imagen: La Garganta Poderosa.