No llegamos a fin de mes, y, si, morimos en la calle

Haciendo dedo para llegar a la escuela, como tantos y tantas maestras entrerrianas, una bibliotecaria de Chaco fue víctima de femicidio el pasado viernes. El sexto en cinco meses del año. Horarios que no coinciden, ausencia de movilidad para determinadas zonas, y, sobre todo, un sueldo que no alcanza, obligan a las y los docentes a exponerse a diario. Violencia física y sexual hacia la mujer y violencia económica hacia las y los trabajadores. Así ejercemos la docencia.

 

   Érica Beatriz Torres, bibliotecaria de 45 años, salió el pasado viernes, como todas las mañanas, de la localidad chaqueña de Las Breñas donde vivía, rumbo a la escuela Nº 266 de Charata, en su moto. Como siempre, llegó a la ruta 89 y dejó el vehículo en la estación para hacer dedo el tramo de 14 kilómetros hasta la escuela. Fue encontrada dos horas más tarde por un camionero en un camino rural cercano y falleció horas después, mientras era trasladada al hospital. Tenía 20 puñaladas y había sido víctima de intento de violencia sexual por un hombre de 41 años que, se supo luego de las investigaciones, había cumplido condena por abuso en 2020 y trabajaba en Las Breñas.

 

   En Chaco, el de Érica es el sexto femicidio en lo que va de los cinco meses transcurridos de este 2024. Yenifer Obregón, Mirta Irazábal, Gabriela Alarcón, Ruth Cevilán y Romina Pachecho fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas en esta provincia en lo que va del año.

 

   Tanto Las Breñas como Charata son localidades pequeñas de la provincia, y la consternación entre las y los trabajadores de la educación fue total, aunque no sorprendió a nadie. “Exponemos nuestras vidas a diario”, dijeron sus compañeras, y agregaron: “Hoy le toco a ella, pude ser yo, vos, tu hermana, tu hija, tu esposa, tu novia, tu amiga, tu colega, tu mamá. Basta de romantizar con los docentes que hacen dedo con la frase de algunos políticos ‘están haciendo Patria’. Exigimos empatía y justicia para que nunca más una docente deba arriesgar su vida en las rutas. En lo que va del año por la inseguridad se perdieron dos vidas de docentes: Carla Retamozo y el femicidio de Érica Beatriz Torres". 

 

   La realidad señalada por las y los docentes de Chaco no es una novedad por estas zonas. Basta salir a las rutas entrerrianas a todas horas los días de semana y vemos las filas de trabajadores de la educación a diario haciendo dedo. “Una docente que lo único que intentaba era llegar a su lugar de trabajo. Para ella, tener un salario digno hubiera significado tener la posibilidad de transitar en un vehículo propio, sin tener que recurrir a ‘hacer dedo’ para ahorrar unos pesos, como vemos a diario en toda la provincia”, señalaron los docentes chaqueños.

 

   No es una decisión, es lo que queda para poder seguir trabajando. Cuando reclamamos por la baja intempestiva de fondos para revertir las situaciones de violencia, cuando levantamos la voz por el fin de la ESI en las escuelas, cuando vamos al paro reclamando por el vergonzoso monto de movilidad docente: esto hacemos, luchar, luchar y luchar porque estas son las consecuencias de que todo sea boqueo y nadie mire la realidad, y seamos un número más en las cifras de femicidio, inseguridad y destrato para las y los trabajadores de la educación por parte de este gobierno. No es discurso vacío: son nuestras vidas. Y, si señor presidente, nos morimos en las calles. O en los caminos rurales, que bien lejos están de Silicon Valley, que son los que usted elige no ver, pero que son los que, día a día, nos llevan al aula.

 

#LaLuchaEnLaCalle #Agmer

 

 

 

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