Cada 9 de agosto en nuestro país se conmemora el Día de la Educación Especial, modalidad del sistema educativo destinada a asegurar el derecho a la educación de las personas con discapacidad. Se asocia la fecha al día de la creación de la Dirección de Educación Especial, en 1949.

 

   Cada año, en esta fecha, reflexionamos sobre la importancia de una educación inclusiva y también sobre los derechos de las personas con discapacidad. Derechos que, a lo largo de la historia, se han ido asegurando y garantizando, tanto para las y los estudiantes como para sus familias, y para nosotras y nosotros, sus docentes. Todo en un mismo “paquete” porque no somos unos sin otros. En todas las áreas de la educación, y en la Especial más aún.

 

   Somos nosotras y nosotros, docentes, quienes vemos lo mucho que ayuda y resuelve a una familia que las necesidades particulares de su familiar con discapacidad estén atendidas y resueltas. Vemos entonces con gran dolor como en este último tiempo toda esa garantía de derechos se desmorona, afectando a nuestras y nuestros estudiantes y a su entorno.

 

   Bregamos entonces, en este día de conmemoración, por que los familiares de nuestros alumnos no obtengan más como respuesta palos y represión cuando de reclamar derechos se trata. Bregamos por escuelas dignas y salarios que nos permitan atender las necesidades diarias con toda la cabeza y el corazón puesto en nuestras y nuestros alumnos, que es de lo que deberíamos ocuparnos, y no de ver cómo tapamos la ausencia y el abandono del Estado.

 

   Desde La Lucha en la Calle abrazamos a cada docente de Nivel Especial de nuestra provincia, con el amor que ponen cada día en el aula y con sus alumnas y alumnos.

 

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