Reimaginemos el futuro, restauremos el presente

El pasado viernes 24 comenzó la décima Jornada por la Libertad de los Ríos, evento que conmemora la sanción de la Ley Anti Represas como triunfo del pueblo organizado en nuestra provincia, hace ya 24 años. Una charla virtual dio inicio a la jornada, que se extendió por más de dos horas, y contó con la participación de Martín Crespi; Yanina Gambetti y Enzo Culasso Orué, narrando sus trabajos y enriquecedoras experiencias.

 

Desde las diez de la mañana del pasado viernes se llevó a cabo la charla virtual que ofició de apertura de las décimas Jornadas por la Libertad de los Ríos. Atravesados aún por los efectos de la pandemia, que nuevamente impidieron la ya acostumbrada presencialidad de estos encuentros año a año cada vez más numerosos en concurrencia, la Jornada se llevó a cabo a través de la plataforma Google Meet.

 

Sol Gatti y Teresa Gómez (integrantes de la Seccional Paraná de AGMER y del grupo “Por la Libertad de los Ríos”, ambas entidades organizadoras de las Jornadas) oficiaron de presentadoras del encuentro, extendiendo a su vez la invitación para las actividades de la tarde del viernes, como a la recorrida del sábado por los humedales de Paraná. Del mismo modo, Carlos Andrade, Secretario de Prensa y María José López Ortiz, Secretaria de Educación Ambiental de la Seccional Paraná, condujeron la charla, dándole contexto a estos diez años de Jornadas.

 

Claudio Puntel, Secretario Adjunto de la Seccional Paraná de AGMER, dio la bienvenida a la charla, agradeciendo a todas y todos los presentes, organizadores, y, sobre todo, a las y los expositores “que no solo nos traen sus experiencias y conocimientos, sino que las y los consideramos compañeros en esta lucha”. Y agregó: “no es solamente la conmemoración de una fecha, es una instancia de lucha, concientización y trabajo en la defensa de los bienes comunes y nuestro ambiente. Como educadoras y educadores tenemos mucho para decir, y mucho para exigir. Nos sentimos unidos a los distintos sectores de nuestro pueblo que están en el mismo camino”, destacó.

 

“Hace poco en la tv local se difundía un programa recordando cómo en Entre Ríos paramos el proyecto del Paraná Medio. Proyecto que era piedra angular del modelo económico neoliberal extractivista. Fue una lucha que nos tuvo a todas y todos presentes y activos. En ese programa resaltaban la intervención de AGMER y de la escuela pública para la sanción de la Ley Anti Represas. Desde el momento en que, como trabajadoras y trabajadores de la educación, como educadores, y como comunidad educativa nos plantamos y decidimos que la escuela también debía ser parte de esta lucha, hubo un cambio cualitativo en la participación y en la conciencia colectiva, y eso acumuló y permitió frenar aquel proyecto que hubiera sido una devastación”.

 

Destacó Puntel que con la sanción de la Ley Anti Represas “no nos conformamos, sabemos que hay otros francos por los que nos siguen golpeando, así que debemos seguir unidos en esta pelea, seguir convocando y sembrando compromiso y conciencia, que en eso tenemos experiencia como colectivo de trabajadores y trabajadoras”.

 

Para dar lugar a la charla, Puntel felicitó a las y los organizadores que hicieron posible nuevamente las Jornadas, expresando el deseo de que las mismas “sean para multiplicar, para nutrirnos, y para darnos fuerzas porque la pelea que estamos dando es larga y nos necesita a todos unidos frente a poderes muy grandes que, sabemos, nos atacan de muchos flancos”.


Enzo Culasso Orué: “Somos una plaga, pero una fascinante, porque tenemos el poder de torcer este presente caótico”

 

Formado en abogacía de la UNL, el joven manifestó que su tránsito por la universidad le generaba insatisfacción en lo que respecta a la visión de la ley que deja fuera todo el proceso sociológico que hay detrás de la construcción de la misma “y yo creo que la lucha por la libertad de los ríos demuestra justamente esto, es decir, cómo la sociedad organizada puede autodeterminar qué es lo que quiere de sus territorios”, manifestó.

 

“Si no hubiese estado la resistencia de los pueblos, todo lo que vemos cuando nos paramos en la barranca frente al Paraná no existiría, veríamos solo un muro gigante y un embalse lleno de agua y se hubiera ido toda nuestra identidad, que no solo tiene que ver con lo biológico sino con nuestra relación cultural con el río” y agregó que debemos estar atentos porque “lo que nos venden como desarrollo sustentable es una manera del capitalismo de reinventarse y contraatacar, con palabras nuevas pero con proyectos que son lo mismo”.

 

“Debemos estudiar y apropiarnos de la Constitución Provincial, porque ella expresa un futuro muy distinto del que estamos viviendo. El artículo 85, uno de los más largos, es realmente de avanzada en materia de ambiente; entre otras cosas ha constitucionalizado la libertad de los ríos, pero pareciera que no todo el gobierno nacional está enterado que esto es así”, señaló Enzo y narró acerca de un proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico sustentable (destacó especialmente el uso de la palabra sustentable “para teñir de sustentable cosas que no lo son”) en un río de llanura, que asocia demandas de los pueblos con intereses, entre otros, del extractivismo.

 

A lo largo de estas diez Jornadas por la Libertad de los Ríos seguimos nutriéndonos de exposiciones como la de Enzo, que nos ayudan a estar alertas en materia de todas las cosas que van sucediendo, muchas veces disfrazadas de buenas intenciones, que es importante saber que no son tales. Destacó en este sentido la organización de las y los ciudadanos en la defensa de los humedales, contra las quemas intencionales e ilegales que se dieron y se siguen dando, con toda la pérdida y catástrofe que eso implica para nuestro suelo y nuestro ambiente.

 

 

Yanina Gambetti: “Las herramientas educativas pueden ser diversas, y para mí, la literatura es una de ellas”

Comunicadora, escritora y activista socio ambiental, Yanina participa por primera vez como invitada a exponer en estas Jornadas. “Mi militancia se da en colectivos asamblearios en Buenos Aires, donde estoy, fomentando la agroecología, la soberanía alimentaria, pero también consciente de que la problemática es integral, de que tiene que ver con los extractivismos y con un modelo de mal desarrollo y que a eso debemos apuntar cuando transmitimos y comunicamos: el problema es el modelo, son las políticas extractivistas y hay que generar un cambio de consciencia y un cambio de raíz”, manifestó al inicio de su alocución.

 

“Las asambleas, los colectivos, vienen hace años luchando de manera integral en la defensa de muchos aspectos socioambientales, especialmente contra estos monstruos que acaparan nuestros territorios y oprimen nuestros cuerpos. En las asambleas los llamamos “ancestros y ancestras de las luchas” porque más allá de nuestras y nuestros ancestros sanguíneos, las y los reconocemos como quienes han dejado una semilla en la lucha, que ahora recogemos para darle continuidad” narró Yanina.

 

Acto seguido, expresó cómo piensa en la importancia de plantear lo socioambiental desde los espacios educativos en momentos de crisis ambiental, y cómo ha llevado esta tarea en los últimos años a la educación popular, participando de espacios de talleres en los barrios y plazas, en espacios verdes, en centros culturales, para llegar fundamentalmente a otros ámbitos de la sociedad “y generar lo que Enzo decía, la necesidad y la práctica de la participación ciudadana, la conciencia de generar autonomía, manifestar la voluntad popular más allá de lo que gobernantes definan para nuestro futuro y nuestro presente”.

 

En tal sentido contó también de su decisión de escribir acerca de la problemática socioambiental en formato de cuentos para adolescentes y adultos. “Entiendo que a veces las herramientas educativas pueden ser diversas y que la literatura es una de ellas”, expresó. Se refirió entonces a la novela Conejo Blanco, “que tiene como protagonista al río Paraná, que es quien hoy nos convoca”, y agregó “pretende ser una novela que cualquier persona podría estar leyendo, no es necesario que tenga militancia ni trabajo en las cuestiones ambientales. Se puede usar en el aula, en procesos educativos”, señaló. “Tenemos que pensar los espacios interdisciplinariamente, en esto de intentar articular colaborativamente entre docentes de diferentes áreas y empezar a hablar de fracking, de desmonte, de megaminería, de los humedales, en fin, de reconocernos como parte de un todo”.

 

“En los talleres que brindamos, las y los docentes nos preguntan ‘¿cómo hacemos para hablar de conceptos complejos como extractivismo en el aula?’ Primero: informarnos, no sólo en lo teórico, sino también acercándonos a las comunidades organizadas en torno al tema. Obvio que eso depende de las posibilidades que habiliten las comunidades educativas, pero, si no las hay, debemos asumir el rol de demandarlas”.

 

“Hoy hablamos de humedales completamente quemados por fuego intencional, cosa que hace diez años no era así; ahí entonces entra en juego la necesidad de información actualizada por medio de las comunidades afectadas o que toman estos temas”, expresó Gambetti, y agregó: “lo que a veces no se logra con discursos, o en una charla donde prepondera lo informativo, yo intenté ponerlo en una historia, que puede generar tal vez más empatía. La literatura ayuda a llegar a otros ámbitos, edades, sectores, intereses, y, con mucho optimismo, ayuda también a comprometerse”.

 

“En el libro Conejo Blanco el protagonista es el río Paraná. Mi idea fue emprender un viaje que comienza donde comienza el río, que es en Brasil. La protagonista pasa por distintos lugares y conoce las distintas temáticas: represas, pueblos originarios, despojo de los territorios, fumigaciones y el agronegocio, etc. En el recorrido se entretejen historias y percepciones de la realidad. Todo está basado en experiencias reales, asamblearias, de territorios que tuve la fortuna de conocer”, narró Yanina y agregó que, si bien el protagonista, el hilo conductor es el río Paraná, “la gran protagonista es la lucha y la resistencia de las comunidades”.

 

“Hay un amor que se va generando de la protagonista a la naturaleza, un amor que tal vez tenía dormido y en el viaje se va despertando”, dijo la autora, pero sin querer adelantarnos más, para que podamos sorprendernos al encontrarnos con la lectura de este material. “Este es entonces mi aporte para hoy; la importancia de la articulación de las escuelas con las comunidades, con las asambleas socioambientales y los espacios que hoy están resistiendo y construyendo las alternativas a este modelo que no queremos. Alternativas que bien pueden también construirse desde nuestras aulas”.

 

Martín Crespi: “Si el agua que necesitamos para vivir está contaminada, escaseando y cotiza en la bolsa de Chicago, se torna fundamental generar conciencia”.

Por último, tomó la palabra Martín Crespi, activista comprometido que logró combinar su pasión por la enseñanza infantil y, al mismo tiempo, expresar a través de lo plástico sus intereses y emociones. Docente de historia de profesión y autodidacta en producir expresiones culturales vinculadas al ambiente, a la accesibilidad y a la comunicación, está a cargo de Pachamamita Libros, proyecto editorial autogestivo que sostiene con mucho esfuerzo y entusiasmo.

 

“El proyecto surge hace cinco o seis años, no sin dificultades en lo que respecta a su sostenimiento, pero podemos decir que desde noviembre de 2019 se trata de un trabajo autosustentable”, narra Martín. “Trabajé las temáticas del extractivismo a partir de la muestra plástica del libro “Naturaleza Humana” y, al mismo tiempo que producía esto, se dio lo de empezar a pensar el concepto de extractivismo (en sus diversas manifestaciones, con el tema del agua, de la alimentación, o los agrotóxicos, etc.) pensado para las infancias. Se dieron así los libros de la megaminería, de la soja transgénica, y los demás” contó Crespi, agregando que buscó “no evadir las problemáticas, planteárselas a las infancias, pero al mismo tiempo ofrecer alternativas”.  

 

Las publicaciones de Pachamamita giran en torno a distintas problemáticas ambientales de nuestra región, y la mayoría de los libros están enfocados a un público infantil diverso, ya que Crespi, junto a la ilustradora Diana Chereau, tienen en cuenta el uso de nuevas tecnologías, aplicándolas especialmente a actividades didácticas que permitan pensar las problemáticas ambientales desde otro lugar, con otros recursos.

 

“Trabajamos un relato, una historia, una fábula, un cuento, y luego un glosario. Ahí hay distintas definiciones muchas veces pensadas y trabajadas desde el humor, burlándonos un poco, a veces por medio de trabalenguas, chistes, crucigramas… y todo está disponible en la página para descargar y compartir”, señala.

 

Durante toda su charla Crespi fue narrando y detallando apasionadamente todo este trabajo y puntualizando en muchos ejemplos, los cuales, partiendo de materiales que muchas veces podemos tener a mano como familiares o como docentes, en nuestras casas y en las escuelas, nos pueden servir para tratar temas e incluso profundizarlos: “el ciclo del agua, por ejemplo, lo exponemos como nos lo enseñaron siempre en la escuela, con el gráfico, pero lo que hicimos nosotros es poner encima (de esto que veríamos como ‘lo recomendable que debería suceder’), lo no recomendable: la megaminería, el fracking, las represas, la contaminación, los desechos cloacales, la construcción en humedales, los plásticos y los océanos, las fumigaciones… entonces un solo gráfico te permite abordar todas las expresiones del extractivismo que tienen referencia en el tema del agua”, manifiesta Crespi, y agrega: “todo eso como recurso didáctico que se puede trabajar, que sirve para pensar trasladándolo y sumándole las problemáticas de cada lugar”.

 

Durante toda su exposición, Crespi hace hincapié en que todo el material está a disposición en la página “para que lo aprovechen, difundan y compartan”.

 

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