Lápices vivos en los brazos que sostienen los carteles de Memoria
Hoy, sábado 16 de septiembre se conmemora el día de los derechos de las y los estudiantes secundarios, en honor a las y los jóvenes que protagonizaron la llamada “noche de los lápices”, quienes fueran secuestrados y, algunos de ellos, desaparecidos, por la última dictadura cívico-militar, por luchar por los derechos que muchas y muchos jóvenes hoy gozan, como el boleto estudiantil. Somos responsables de la Memoria. Por los Estudiantes Secundarios, por los 30.000, presentes ahora y siempre.
Estamos conmemorando en esta jornada los 50 años del Golpe de Estado al gobierno constitucional y popular de Salvador Allende, en Chile. Bien sabemos que tal hecho formó parte de un nefasto plan que se extendió por todo nuestro territorio, intentando acabar con todo lo conseguido en materia de derechos para las y los trabajadores, para el pueblo. La Memoria de aquellos hechos y la reivindicación de la democracia hoy nos convoca. Por Verdad, Justicia y las y los asesinados y desaparecidos, decimos NUNCA MÁS.
Compartimos el comunicado elaborado por la Secretaria de DDHH de AGMER Central, que rechaza y repudia el acto negacionista convocado para la tarde de este lunes en la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Decimos Memoria, Verdad y Justicia. Apoyamos a los Juicios, a las Madres y Abuelas. Decimos ¡NUNCA MÁS!
“He hecho todo lo que ha estado a mi alcance y más: ¿por qué no me dicen dónde está el Melli?”
En horas de la mañana de este viernes, en el Tribunal Oral Federal de Paraná, se llevó a cabo una nueva audiencia para revisar las penas impuestas en 2018 a los médicos Torrealday y Rossi, condenados por la sustracción y sustitución de identidad de los hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela. Además de los imputados, declaró Sabrina Gullino Valenzuela Negro, quien volvió a implorar por la verdad acerca del paradero de su hermano mellizo. Finalmente, el Tribunal ratificó las penas de 9 y 6 años de prisión para los acusados, que deberán cumplir de manera efectiva en sus domicilios, con tobillera electrónica. Ambos se negaron a aportar información sobre el Melli.
Hoy se cumplen 43 años de la mayor quema de libros de nuestra historia, a manos de la dictadura militar. En un baldío de Sarandí, en Buenos Aires, y ante los ojos de todos y todas, la policía bonaerense cumplía la nefasta orden de incinerar millones de ejemplares del Centro Editor de América Latina. Hoy ejercemos memoria, recordando este hecho y cómo llegamos a él, y encendemos todas las alarmas para que nunca jamás vuelva a repetirse.
El fusilamiento de 19 militantes de organizaciones armadas que luchaban contra la dictadura militar de Juan Carlos Onganía y Alejandro Lanusse, el 22 de agosto de 1972, anticipó el terrorismo de Estado en Argentina. Tres de ellos sobrevivieron y pudieron contar lo acontecido. En 2012 se declaró a estos como Crímenes de Lesa Humanidad. Nos debemos memoria para que estos hechos no vuelvan a ser parte de la cotidianeidad que en Argentina no sucede hace 40 años.